El principio de Pascal tiene una aplicación práctica que nos hace la vida más super-archi-recontra-hiper-facilísima: Hablamos de la prensa hidráulica “WOW”. Consiste en un recipiente cerrado con dos émbolos. Un émbolo (para los que no saben) es una superficie deslizante dentro de un tubo: un pistón (ese si se lo saben si no vean el dibujo para que se den una idea). Uno de los émbolos es de sección pequeña (el 1) y el otro, grande (el 2) (es decir que son diferentes, ¿si captan?).

Bueno, después aplicando una fuerza, F1, sobre el émbolo pequeño, se obtiene una fuerza mayor, F2, en el émbolo mayor (Orales). O sea (para los que no entendieron): la prensa hidráulica es un multiplicador de fuerzas. La explicación de su funcionamiento es sencillísima, así de fácil, Uju!
 
 
Pongamos los dos émbolos a la misma altura, hasta ahí, ¿vamos todos bien?, bueno, entonces, por aplicación del principio general de la hidrostática, garantizamos que entre los émbolos no habrá diferencia de presión. Luego aplicamos una fuerza de intensidad F1 en el émbolo angosto. La fuerza F1 se reparte en un área pequeña, S1. Queda entonces definida la presión P1.  Y con esto es más que suficiente para que hayan entendido como es que funciona un gato pero el instrumento en la industria de la mecánica.

 
 

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